EUROPA
PRESS
4 enero
2019
¿Cómo
cuidar la piel en invierno?
Las bajas temperaturas del invierno
hacen que la piel pueda verse más perjudicada y esté más sensibilizada. Zonas
como las mejillas, pabellones auriculares, labios, manos y pies, que tienen una
menor proporción de glándulas sebáceas y con una circulación terminal las hace
ser más sensibles a los efectos del frío.
Para lograr mantener una piel sana durante el invierno, la
dermatóloga del Hospital La Milagrosa de Madrid, Cristina Núñez, ofrece consejos
como hidratar la piel a diario con cremas que contengan una mayor cantidad de
lípidos. A nivel corporal aplicarla siempre después del baño y con la dermis
todavía algo húmeda para así favorecer su absorción. Si después se utiliza un
albornoz de algodón ajustado la absorción de la crema será mucho más eficaz.
En la cara es importante, además de la hidratación, aplicar
a diario una protección solar con un factor de protección solar alto (del 30 en
adelante). "En invierno también se sufre el efecto de la radiación
ultravioleta", advierte la especialista, "máxime en zonas de nieve
donde, por efecto del reflejo solar, es todavía más intenso el daño".
Olvidar este aspecto puede ocasionar un importante eritema
solar después de una jornada de esquí en un día soleado. Para evitar estos
daños se debe aplicar el protector solar en cara y labios cada dos o tres horas
para que su protección sea más eficaz.
"Otra zona que
requiere un especial cuidado son las manos", alerta la doctora. Aplicar
crema hidratante varias veces al día y poner guantes "es esencial para
evitar grietas dolorosas y los temidos sabañones o perniosis
provocados por la vasoconstricción de los capilares que induce el frío",
explica.
Según Núñez, los labios es una de las zonas más tempranas en
sufrir los efectos del frío debido al escaso grosor de la semimucosa
labial, que la hace especialmente vulnerable a la deshidratación, con la
consiguiente aparición de la descamación y grietas.
Por este motivo "es importante aplicar emolientes, tipo
vaselina, con frecuencia varias veces al día o bien cremas hidratantes labiales
y si llevan protector solar mejor", insiste la dermatóloga.
La especialista recomienda evitar humedecerse los labios con
frecuencia, un reflejo frecuente e inconsciente que tienen muchas personas
cuando presentan sequedad de labios. La saliva tiene escaso poder hidratante y
a la larga empeora la situación de deshidratación del labio.
Con respecto a la higiene es importante el uso de
limpiadores suaves y neutros con un mayor contenido en lípidos para así
favorecer la hidratación y evitar agredir nuestra piel. A su vez, se deben
evitar los cambios bruscos de temperatura, sobre todo en pacientes con una piel
sensible o intolerante, advierte.
Por último, se ha de prestar atención a la calefacción, con
la que el nivel de humedad de los hogares tiende a bajar. Para combatir esta
situación se pueden utilizar humidificadores en las habitaciones.